21 de octubre de 2010

Multimillonarios Malos

Hace poco tiempo, Bill Gates y Warren Buffett convencieron a cuarenta de las personas más ricas del planeta para que donaran la mitad de sus fortunas para obras de caridad. Aquí vamos a vecer a cinco tipos que no tienen ni la más mínima de las intenciones dar la cara, así que ni les hablemos de "caridad".

JOAQUIN GUZMA LOERA (México)

Fortuna estimada: $1ooo millones



En el año 2009, el hombre más buscado de México se convirtió en el segundo narcotraficante en rasguñar la lista “Forbes” de los multimillonarios (el primero había sido el colombiano Pablo Escobar, en 1989). Desde que se escapó de una prisión de máxima seguridad en un carrito de la lavandería (2001), Guzmán ha manejado muy bien el apogeo del Cartel de Sinaloa, que llegó a recaudar más de $20 mil millones en negocios sucios.



Se cree que Guzmán está escondido en las montañas de Sierra Madre. A pesar de sus ocasionales y descaradas apariciones en público (como cuando se casó en el año 2007, con una señorita de 18 años, reina de belleza, casorio al que asistieron cientos de personas, incluyendo a políticos de la zona), y las multimillonarias recompensas que ofrecen por su captura los gobiernos de Estados Unidos y México, Guzmán sigue suelto.



En parte se debe a su notoria crueldad (el Cartel de Sinaloa fue el primero en el tema, lamentablemente muy común ahora, de las decapitaciones para enviar mensajes a las autoridades policiales y a sus rivales), y también a su extenso patrocinio para con la “aplicación de la ley” (entiéndase: Guzmán se jacta de haber pagado más de $5 millones por mes, en sobornos, a policías y políticos). La estrategia le está funcionando a la perfección: un análisis de los patrones de detenciones sugiere que el Cartel de Sinaloa ha sido mucho más efectivo que sus rivales en cuanto a la infiltración dentro de las fuerzas de la ley y el orden.



Guzmán también tiene un cierto gusto extravagante. Por ejemplo, varias veces ha entrado en restaurantes, con un equipo de guardias armados, y después de comerse un buen bistec les confiscaba los teléfonos celulares y otros objetos de valor a los ocasionales clientes, y después les pagaba la cuenta, a todos, para compensarlos por el “inconveniente”.



DAWOOD IBRAHIM
(India/Pakistán)

Fortuna estimada: $6 - $7 mil millones.

Ibrahim es famoso no sólo por su forma de manejarse en los mundillos del crimen organizado y el terrorismo internacional, sino porque, además, lo ha hecho a cara descubierta, a plena luz del día, como quieran decirle.



En un aviso de la INTERPOL, del 2007, donde aparecía dentro de los más buscados, aparecía realmente la dirección de su casa.



Este hombre, nacido en Bombay, comenzó su organización, “D-Company”, siendo todavía un adolescente, y a partir de un operativo de contrabando de poca monta la convirtió en una de las más grandes mafias en Asia a fines de la década de 1980.

La “D-Company” al principio era una organización completamente secular, pero Ibrahim se fue radicalizando cada vez más a partir de unos levantamientos anti-musulmanes en la India en 1992. Le cambió el nombre al grupo con el objetivo de de proteger a la población musulmana de la India, y se sospecha que habría organizado los atentados en Bombay (1993), que dejaron más de 200 muertos. Después de los ataques Ibrahim trasladó su base de operaciones a Pakistán.

Ibrahim es uno de los principales financistas del grupo militante pakistaní Lashkar-e-Taiba, que se considera responsable de los ataques a los hoteles de Bombay (2008). La “D-Company” también comparte las rutas del contrabando con al-Qaeda.

La India ya ha pedido su extradición, y Estados Unidos lo ha catalogado, directamente, como un terrorista. Pero Ibrahim se ha diversificado hacia empresas legítimas. Se considera que ha invertido fuertemente en el sector inmobiliario y de la construcción, en la India y Pakistán, y que ha financiado, también, una cantidad de producciones cinematográficas de lo que se llama “Bollywood”.


Fuente:
Joshua E. Keating: Bad Billionaires
en: Foreign Policy (sept. 10, 2010)